Lo que viene para el sector agrícola según Ocde-Fao

Perspectivas Agrícolas 2019-2028, es un trabajo de colaboración entre la OCDE y la FAO, elaborado con la contribución de expertos de los gobiernos de sus países miembros y de organizaciones especializadas en productos básicos. En el informe se proporciona una evaluación consensuada de las perspectivas a 10 años para los mercados de productos básicos agrícolas y pesqueros a escalas nacional, regional y mundial. La edición de este año se centra en especial en la región de América Latina y el Caribe.

Resumen Precios La fortaleza de la oferta prolongada durante varios años impulsó la reducción de los precios internacionales de la mayoría de los productos básicos agrícolas, aunque los precios de los cereales, la carne de vacuno y la carne de ovino muestran una recuperación a corto plazo. Las proyecciones indican que, durante la próxima década, los precios reales de casi todos los productos básicos cubiertos en las Perspectivas se mantendrán en los niveles actuales o por debajo de ellos, dado que las mejoras en materia de productividad aún superan el crecimiento de la demanda.
Consumo La población mundial en aumento continuará utilizando cantidades crecientes de productos agrícolas como alimento, como forraje y como insumo para fines industriales. En la próxima década, gran parte de la demanda adicional de alimentos provendrá de regiones con un alto crecimiento demográfico, en particular África subsahariana, India y la región de Oriente Medio y África del Norte.

Se prevé que el consumo de alimentos básicos per cápita se estancará, dada la saturación de la demanda para la mayor parte de la población mundial. Se espera que la demanda de carne sea relativamente fuerte en América, en tanto que los ingresos bajos seguirán restringiendo el consumo de carne en África subsahariana. Los productos lácteos frescos cubrirán una buena parte de la demanda de proteína en Asia (sobre todo en India y Pakistán). En términos más generales, se espera que el consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal aumentará, impulsado por la urbanización y el cambio a alimentos más procesados y de conveniencia.
La combinación de un consumo excesivo de calorías, dietas desequilibradas y menores niveles de actividad implica una carga creciente de sobrepeso y obesidad en varios países del mundo. En muchos países de ingresos bajos y medios estos problemas coexisten con la subalimentación y las deficiencias de micronutrientes, lo que se traduce en una “triple carga” de malnutrición.
La sólida demanda de productos alimentarios de origen animal brinda incentivos para incrementar la producción del sector ganadero, al aumentar el tamaño de los hatos. Junto con las mejoras previstas en las tasas de utilización, la demanda de alimento para animales se estimulará y se espera que los cultivos de forraje, como maíz y soya, aumentarán su cuota en la mezcla mundial de cultivos. Por consiguiente, se prevé que durante la próxima década el aumento del uso de cereales para forraje excederá el incremento para uso alimentario.
Los biocombustibles contribuyeron en buena medida al incremento de la demanda de cultivos entre 2000 y 2015, pero dicho incremento será menor durante la próxima década. La demanda adicional provendrá sobre todo de Indonesia, que utilizará el aceite vegetal para producir biodiésel, y de la República Popular China y Brasil, que utilizarán yuca y caña de azúcar para producir etanol.
Producción Se espera que la producción agrícola crezca un 15% durante la próxima década, en tanto que el uso mundial de los terrenos agrícolas permanecerá estable en términos generales. Las proyecciones de expansión de la producción de cultivos pueden atribuirse en buena medida a las mejoras en los rendimientos y a una mayor intensidad de producción debida a la innovación tecnológica. El aumento previsto de la producción ganadera se basará en la expansión de los hatos, así como en un uso mayor y más eficaz del forraje. Debido a las limitaciones en la pesca de captura, casi todo el crecimiento proyectado en la oferta de pescado y marisco provendrá de la acuicultura, y su participación en la producción total aumentará hasta situarse cerca del 55% en 2028.
La agricultura sigue contribuyendo de manera considerable a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Se espera que las emisiones directas de la agricultura, en particular de la ganadería, así como de los arrozales y de los fertilizantes sintéticos, crecerán un 0.5% anual durante la próxima década, en comparación con el 0.7% anual registrado durante los 10 años previos. Esta cifra es menor que el aumento de la producción agrícola, lo cual indica un descenso en la intensidad de carbono a medida que aumenta la productividad.
Comercio El comercio internacional seguirá siendo esencial para la seguridad alimentaria en un creciente número de países importadores de alimentos. También sigue siendo importante para los ingresos y el nivel de vida de regiones exportadoras como América Latina y el Caribe, región que se espera que siga elevando su participación en las exportaciones agrícolas mundiales. La región del Mar Negro consolidará su posición como exportador líder de trigo y de maíz, y la mayoría de las exportaciones se destinarán a Oriente Medio y África del Norte.
Los mercados agrícolas mundiales afrontan una serie de nuevas incertidumbres que se suman a los riesgos tradicionalmente altos que sufre la agricultura. Por la parte de la oferta, dichas incertidumbres incluyen la propagación de enfermedades como la peste porcina africana, la creciente resistencia a los antimicrobianos, las respuestas regulatorias a nuevas técnicas de fitomejoramiento y las respuestas a eventos climáticos extremos, cada vez más probables. Por el lado de la demanda, la incertidumbre incluye los cambios en las dietas, que reflejan las percepciones relativas a los problemas de salud y sostenibilidad, y las respuestas de políticas públicas a las alarmantes tendencias en términos de obesidad. Otro factor es la mayor incertidumbre respecto a futuros acuerdos comerciales entre varios actores importantes asociados con los mercados agrícolas mundiales. Una escalada de las tensiones comerciales continuas podría reducir y redirigir el comercio, con las correspondientes repercusiones para los mercados internacionales y nacionales.

La Agricultura Latinoamericana: Perspectivas y Desafíos

El capítulo especial de este año se centra en América Latina y el Caribe (ALC), región rica en tierra y agua, que representa el 14% de la producción mundial y el 23% de las exportaciones mundiales de productos básicos agrícolas y pesqueros. Se prevé un incremento del 22% en los cultivos y del 16% en los productos ganaderos, siete y dos puntos porcentuales, respectivamente, superiores al promedio mundial. En 2028, la región representará más del 25% de las exportaciones mundiales de productos agrícolas y pesqueros, lo cual destaca la importancia de la apertura comercial a nivel mundial.
Aumentar la productividad de manera sostenible requerirá inversiones estratégicas en un entorno propicio para la agricultura. Sin embargo, debido a la diversidad de la infraestructura rural y a las iniciativas de I+D emprendidas en toda la región, hay requisitos diferentes para elevar el gasto público en inversiones de este tipo. Varios gobiernos de la región también tendrán que invertir en la mejora del desempeño del sector en materia ambiental.
Las fuertes oportunidades de crecimiento de los cultivos de frutas y verduras de alto valor brindan a su vez posibilidades a los pequeños agricultores, pero las políticas deberán diferenciarse de acuerdo con su dotación de recursos y su potencial de mercado. La constante feminización del sector agrícola en la región exige realizar intervenciones orientadas a mejorar el acceso de las mujeres agricultoras a la educación, al crédito y a los servicios de extensión agrícola.
La seguridad alimentaria sigue representando un problema en la región, pues muchos hogares no pueden costear los alimentos que necesitan. En vista de que la pobreza extrema ha aumentado desde 2015, asegurar el aumento de los ingresos de las comunidades más vulnerables resulta una medida primordial y un reto en el que el desarrollo agrícola desempeña un papel fundamental. Dado el rápido aumento del número de personas con sobrepeso y obesidad, se han puesto en marcha varias iniciativas para contrarrestar estas tendencias, desde el suministro de información pública hasta la instauración de regulaciones sobre medidas industriales y fiscales. Es urgente evaluar dichas políticas para poder intensificar las iniciativas exitosas y ampliarlas a otros países.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Conecta México

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Scroll al inicio
Ir arriba